martes, 22 de noviembre de 2016

El hotel es un cubo

El hotel es un cubo de pizarra, baldosas grandes, oscuras y mate...PI-ZA-RRA...RAS RAS RAS. Es oscura y cálida como mi vagina. Es un cubo, eso son cuatro paredes. La pared norte la forma recepción. Mostrador de pizarra caliente también. La pared Este y Sur son las duchas. Magníficas. Abiertas. De grandes alcachofas bajo las que te sabes tormentas. La pared oeste da a un pasillo que aún desconozco. Un equipo femenino de voley playa se está duchando. Espaldas de mármol cubiertas de largas y chorreantes trenzas rubias. Tetas erectas. Diosas bavaras...y rien. La chica de recepción las observa sobre sus gafas. Entonces...Eh, TÚ!!..No debes saltarte el protocolo, las duchas de chicos son las de la otra pared, no lo especifica, pero no te saltes el protocolo. No creemos que seas un pervertido. No tenemos pudor de nuestro cuerpos. Pero, por Dios, no te saltes el protocolo...los chicos con los chicos...anda.
Llega Maria con su hija adolescente. Sus pómulos son casi de pizarra también. Besables. Ambas visten hiyab. Entonces se desnudan despacio y van colgando con esmero cada prenda en una percha. Totalmente desnudas marchan junto a las deportistas. Agua para todas. Rios sobre todos los cuerpos.
Tu te ducharás en la otra pared, tonto poyas. Y la recepcionista sigue entretenida. Ha sido una tarde amena de pizarrines. Mañana más.