martes, 22 de noviembre de 2016

El hotel es un cubo

El hotel es un cubo de pizarra, baldosas grandes, oscuras y mate...PI-ZA-RRA...RAS RAS RAS. Es oscura y cálida como mi vagina. Es un cubo, eso son cuatro paredes. La pared norte la forma recepción. Mostrador de pizarra caliente también. La pared Este y Sur son las duchas. Magníficas. Abiertas. De grandes alcachofas bajo las que te sabes tormentas. La pared oeste da a un pasillo que aún desconozco. Un equipo femenino de voley playa se está duchando. Espaldas de mármol cubiertas de largas y chorreantes trenzas rubias. Tetas erectas. Diosas bavaras...y rien. La chica de recepción las observa sobre sus gafas. Entonces...Eh, TÚ!!..No debes saltarte el protocolo, las duchas de chicos son las de la otra pared, no lo especifica, pero no te saltes el protocolo. No creemos que seas un pervertido. No tenemos pudor de nuestro cuerpos. Pero, por Dios, no te saltes el protocolo...los chicos con los chicos...anda.
Llega Maria con su hija adolescente. Sus pómulos son casi de pizarra también. Besables. Ambas visten hiyab. Entonces se desnudan despacio y van colgando con esmero cada prenda en una percha. Totalmente desnudas marchan junto a las deportistas. Agua para todas. Rios sobre todos los cuerpos.
Tu te ducharás en la otra pared, tonto poyas. Y la recepcionista sigue entretenida. Ha sido una tarde amena de pizarrines. Mañana más.












domingo, 25 de septiembre de 2016

Sin corrector de estilo

Parece un pueblo tranquilo.
Atardece.
Luces moradas
crepusculares.

Callejuela helicoidal,
encalada,
adoquinada.

Giro por ella,
primer recodo,
montañas
de palomas
negras,
con los pies
atascados
en sus heces.

Vuelo corto,
unidas
al suelo
como
por chicles.

Humanos en sus
nidos-casas
estrechos,
pero tan blancos
y lavados
que dan envidía.

No tengo casa,
tengo una perra,
que me acompaña.

¿Dónde refugiarse
del frío?...
La noche es bella,
nada más importa.

Olor y sonido amable.
Todo es real y cálido.

Fundido a negro.


MJE (La Rubiales en el Espejo)

"Paloma Negra" obra de Joseree





sábado, 17 de septiembre de 2016

Alice x 4

Sus cuatrillizas se llamaban Alice. Tenían 4 años y 8 ojos azules. Alice la medio japonesa con su melenaza zahína. Alice de cabello castaño ondulado. Alice la del pelo rubio, muy corto y rizado. Alice también era pelirroja con flequillo. A papá le pintaban la cara con rotulador durante la siesta. Venganza por haberlas unificado en un sólo nombre. A mamá le gritaban que tirara ese estúpido mueble viejo y feo, tonto, absurdo, cádaver de madera. Era recuerdo familiar, pero estaba completamente vacío. Un mueble que nadie se atrevía a tocar para que la madre no llorara a cataratas. Una mole que estorbaba tapando la  poca luz que podía colarse por  la única ventana. Como cada día, cantaban: "Tíralo, tíralo, tíralo, tíralo"...así gritaba Alice en sus cuatro pequeños cuerpos..."ya no sirve, mamá, no sirve, menudo trasto!!".
La madre de Alice x 4 parecía que se lo pensaba y Alice x 4 sentía una luciernaguilla contenta en su corazón x 4 y en su mente x 4 pensando en el momento en que la ventana fuera liberada y chorreara la luz por los adentros. Papá se asomaba a la puerta del baño a ratos. Se hallaba frotándose energicamente la cara con una toalla. Alice x 4 le había pintarrajeado con rotuladores una enorme y grotesca polla peluda en la frente...
Anochecerá pronto.

MJE (La Rubiales en el Espejo)









viernes, 16 de septiembre de 2016

Cerdas, perras y mujeres

Perdimos la brújula,
somos vórtices inacabados
en los vertederos.

Sube el polvo
del camino al ojo
y lloramos
tú mucho más,
tú sollozas.

Quiero abrazarte,
pero sigo pegada
al volante
de nuestro
ridículo
y enano
coche.

Frescos desperdicios
de gran altura.
Cadáveres nuevos,
aún blandos,
olor a vida.

Perdidos por aquí,
más polvo que sol
y más calor que luz.
Nuestra "road movie" soñada.

Todo lo que veo son muertas.
Cerdas, perras y mujeres.
Amontonadas según su raza.
Parecen dormir y,
creo que van a danzar.

Dos cerdas huyen.
Supervivientes sabias.
Rayo de esperanza.

Una perra
atraviesa el camino
por delante de nuestro coche,
rodando, rodando,
con los ojos abiertos.
Pero sin cuerpo.

Las mujeres están en coma.

Cerdas, perras y mujeres,
tienen largas y serpentinas
cabelleras rubias.

Los restos de Eva.

MJE (La Rubiales en el Espejo)














viernes, 9 de septiembre de 2016

No ni ná


Está fresco el ocaso y yo ando por las ciénagas. Colarse el pie en el riachuelo, así calzado y todo...mojarse hasta más allá del calcetín. No quiero tus reproches, sólo es agua, se secará a su debido tiempo. Al borde del rio, la secuoya habladora. Me quiere arrullar por ver si me duermo un rato. Está llamándome desde su copa, tan lejana, parece una odisea llegar. Mis mocasines de charol, encima de calcetines negros de lana y chorreantes buscan cómo adaptarse al tronco. No parece que sea el calzado apropiado. Claro que sí, me agarraré con las uñas también, como hacen los felinos desde tiempos ancianos. Mitad del camino, veo unos escalones de mármol repartidos por el tronco caliente, mármol frío. Ayuda necesaria para escalar. Luz y oscuridad. Arriba estoy. Esta secuoya parece medir cien metros y el viento se agita y mueve mi acalorada y débil persona. Dónde hubo escalones hay una puerta de hierro forjado que dejando jugar sus visagras se sacude en un foxtrot. Que fuerza insólita contiene esta puerta. Qué ímpetu. Si quiero volar por encima de los bosques y llegar a donde la tierra no conoce nombres, he de tener valor. El valor de aferrarme a esta puerta como una garrapata loca y ser sacudida con ella una vez y otra, otra, otra más...En el  momento indicado soltarme para ser despedida y en ágil vuelo llegar a casa. Las voces que repetían "no podrás, no podrás" enmudecen. Y digo: "No ni ná..."

MJE (La Rubiales en el Espejo)














Obra de Esao Andrews































lunes, 22 de agosto de 2016

Basado en Viajes Astrales

A medianoche paso de la cama a la taza del váter con la sana intención de mear. Con los ojos cerrados y la casa a oscuras tú maullas y te subes a mi regazo como cada vez que repetimos esta doméstica escena. Te huelo, te beso, los ojos apretados. En algún momento incierto me hallo otra vez tumbada en nuestra cama. Los ojos abiertos ahora y me duermo. Os explicaré que dormirse con los ojos de par en par es como dejar abierto un sarcófago. No tarda en venirme un pánico corpóreo al estómago, como sostener en el vientre una muela de un viejo molino. Mejor me relajo. Me anímo a ello...pero... es que te veo, te veo todo el rato. A mi lado. Duermes en tu fase más rara por plácida, es que te veo y por eso no puedo evitar gritar tu nombre con el silencio más sonoro que soy capaz de usar. El pánico permanece y busco tu consuelo. Sigo gritando con la boca sellada. Te veo dormir, es que te veo...Un espasmo no anunciado me escupe fuera del espejo y allí sigues, con tu respiración regular. Ahora que he traido mis ojos a este plano me pareces menos nítido. Buscaba ir liviana a otros estados de conciencia, respirar agua y volver al útero. Ahora duermo en otras galaxias y puedo admitir que soy una serpiente. Atentas!!, no confiéis en la superchería católica. Yo soy una serpiente de renacimiento, he venido a crear y rehacerme con constancia. Mi único veneno es la curiosidad  por romper las reglas y descuadrar los moldes que no se ajusten a mis escamas. En el trance perderé algunos dientes de humana y tendré colmillos de oro, venerables e indestructibles que usaré para comer fruta madura. Soy una serpiente como se me viene en gana. Retozo en el agua y vuelvo a parirme. Luego veo (ya no sé con qué ojos) que sigues arrullándome el regazo. Sé que tus bigotes gatunos son mi vara de poder.

MJE (La Rubiales en el Espejo)














sábado, 16 de julio de 2016

Otra galaxia



Gritáis demasiado. Os lo digo, vuestros gritos y cacareos ocupan todo el espacio. Por eso cogeré mi barquito en dirección al núcleo del planeta. Gracias Julio Verne por el "soporte". Aprovecho la nocturnidad acuosa para construir. Uso de argamasa mis más amados fluidos. Mucho flujo y algo de saliva, sin lágrimas, no me siento tan pedante-poética. Y nace (un tanto enana) la balsita, barquichuela, plataforma, escenario...imaginario. Suficiente. Papiroflexia con la vagina. Parir un recipiente hermético para miedos e incoherencias. Ya me voy, antes que amanezca. La luna llena me acompaña, esa de las tormentas venideras. Mi barco sobrevive siempre porque le eché humo de palo santo con el aliento. Perfumada en el entrecejo, acaricio mis sobacos para que llegue la calma. Ese instante en que los pies pisan y estrujan la tierra para luego llegar al líquido. Abajo, más abajo aún, abaaaaajo...tocar fondo musgoso, cosquillas viscosas y emerger de súbito. Retomo este barquito de papel. Periódicos empapados en mi sexo. Hojas donde sólo se anuncian desgracias. Primer y único juramento: ...cuando se acabe el mar construiremos con él una casita voladora...

MJE (La Rubiales en el Espejo)










































miércoles, 6 de julio de 2016

Cuarenta

En este bosque musgoso de árboles titánicos piso una piedra cúbica.
Se ha incrustado debajo de mi dedo gordo, pie izquierdo. La sustraigo sin dolor. Titila en ella una luz verderiscente perdida para este encuentro. Caminamos hasta toparnos de frente con mi niña interior. Grata sorpresa. Mucho tiempo sin verla. Sonríe. Brillan sus ojos y dice:
"No me riñas más"...
Quiere que vayamos a buscar tesoros entre las flores.
Imprescindible hundir los pies en la tierra sin pisar las lombrices y carcajear a la luna...
Suspiro. Mi chica cuervita, eso es lo que más feliz la hace. Con las rodillas costrosas y los bolsillos llenos de tesoros: una pestaña, una emoción, el canto del grillo. Ella no conoce el reproche, nunca lo usa y me mira a través del cuerpo adulto como si fuera translúcido para regalarme que soy bella.
Tiemblo, como cuando escucho mi canción favorita.
De acuerdo, buscaremos tesoros, eso necesitamos tú y yo ahora. Son días de  celebrar nuestro cuarenta cumpleaños. La recojo, la abrazo, limpio sus mocos. Ahí vamos niña fuerte, mágica, capaz de obrar los mayores milagros EN MÍ.

MJE (La Rubiales en el Espejo)


















lunes, 4 de julio de 2016

No deberia decir todo esto

He vivido años en una cálida cueva. Tierra para pisar y agua para beber. Soy frágil como un pétalo de amapola. A mi me da un aire y me quiebro entera.
Esa es mi fortaleza. Un día fuí a buscar el sol como quien abraza árboles y se empapa en lluvia. Altas dosis de miedo y convicción. Salir de la cueva para sanar la mirada sobre el mundo.
El milagro fué este arco iris que me habita.
Se elige vivir intensamente...para no morir en vida.
Entregarse para cuidar a la niña.
Asumir lo que sucederá...
La vida son cientos de espaldas que se alejan de tí,
corren despavoridas de tí,
temerosas de tí,
pues esa eres...aquí y ahora.
Aprender a llorar por lavarse los ojos...
El abandono,
la sensibilidad celebrada.
No está el mundo cocido para raros,
visionarios,
sanadores de alas,
besadores de utopía.
Aquí y ahora.
He confiado definitivamente.
Soy adicta al color.
Me arriesgo.
Sangre al caer del columpio.
Acontecimientos traen estos mensajes...
Coge tu dolor y construye algo nuevo con él.
Los bonsais que crecen en tu pecho algún día darán sombra.
Verdad conlleva inocencia...
Esa niña, esa, ya dije, es la más fuerte.
Por eso llora, por lo mismo la amo.
No es pantomima...yo sigo...gracias...

MJE (La Rubiales en el Espejo)
























viernes, 27 de mayo de 2016

Ocurrió Anoche


Ratas negras mordían mis piernas. Yo las sacudía para que desistieran y poder solucionarlo sin matarlas. Subida al tren de adormecido traqueteo, tenue luz e incomodidad manifiesta. Esas ratas seguían enganchadas a mis piernas, muy negras y muy largas ellas, con aspecto de sanguijuelas. Como no me dolía mientras mordían no supe la gravedad de mis heridas que tumefactas me daban menos posibilidades de velocidad en la huida (si esta fuera necesaria). El tren en movimiento, yo con un baile espantaratas extraño y tensión sostenida. La luz del vagón emitió centellas para luego bajar lúmenes anunciando un final. También alguna mosca practicó su danza impecable. Pero los pasajeros estaban pasmados. Absortos en algo más allá de mi circunstancia. Algo tan poderoso que perdieron la capacidad de ver mis apuros. Supe que debía arreglar aquel estropicio antes de llegar a la estación...

La Rubiales en el Espejo (MJE)









"Madame Tutli-Putli" de Chris Lavis
Maciek Szczerbowski
(film de animación)
2007



















sábado, 30 de abril de 2016

Una nana

La reconstrucción es en el momento de escribirla y amarla. No hay prisa para esta obra. Afectos y voluntad. Aliento de manzanas. Abrazos de palabras. Sanar. Mi ojos se rasgan al reir. Agujetas en la boca del estómago. Inmersión y todo esto sucede. El camino es mi corazón volador y curioso tal como es, negado para mentir. Torpe también. Pero hoy de las ruinas nace el cosmos. Los escombros han muerto. Significantes listos para viajar hasta otros planetas. Narrar la historia de cómo hemos llegado a ser universo, se entiende mejor de noche. Con el Principíto sentado en el balancín de mis pestañas que recita:
no me regales flores moribundas. Quiero semillas...dame...ya sabré hacer.
Susurro salado en tus sobacos antes de dormir...zzzzzzzzzz

La Rubiales en el Espejo (MJE)












lunes, 18 de abril de 2016

Tormenta

la enferma soy yo
no tú
la que llora...yo
tú no...tú nunca
la que sana por amor
también yo
no tú que casi no sabes querer
la que es consciente del abismo
yo
la que se rompe cada día
millones de veces
tú no sabes lo que es un rayo
que te divide en micropedazos
que pareces tan enferma y tan sola
y yo aquí sonriendo a los nadie
que me importan comino y medio
la enferma soy yo
pero me curo
me esfuerzo
me aferro
y lloro también
la enferma y su enfermera
la gente cree saber
quien es quien
cuando nos miran
yo recibo los reproches
de sus miradas, sucias
pero no tienen
ni puñetera idea...no...
(diálogo de un sueño)
La Rubiales en el espejo (MJE)













lunes, 4 de abril de 2016

Génesis del Miau

Todo está lleno de gatos....miau...mia...marramiau...mío...
Asómate desde mis bigotes a ver el ridículo mundo de los humanos.
Mi tótem es una gata anciana. Me enseña a soñar gatos pardos que cuentan con la paciencia. Tranquilidad suave. Me muestra gatos blancos que rezuman luz y gozan de sano alboroto. El abismo ámbar en cada ojo. Siempre.
Al comienzo llegaron los acontecimientos con disfraz de cotidianos.
Mínúsculos.
Insignificantes.
Entonces no sabía yo maullar ni una palabra. Se utilizó mi mudez para prenderme las venas como uña de gato. Engarfiase a mis capilares como bragas al sol.
Surreal, inconclusa.
Ahora conociendo el idioma sólo gusto imaginar gatos sabios. Gatos que son misívas, que me besan la frente, rasposamente. Y en ella nace una puerta para comprender a las estrellas. Para crear galaxias. Para engendrar motivos.
Mi tercer ojo de pupila rasgada.

La Rubiales en el Espejo (MJE)

















viernes, 25 de marzo de 2016

Caravanas


Es una ciudad europea. Gris. Húmeda. Las casas son misterios por resolver. Tejados a dos aguas, ventanucos donde imagino alguien que te sueña. La cuna de esta cultura hoy respira disciplina. En la plaza los adoquines han visto demasiado. Estamos instalados por Caravanas y tipis formando callejuelas. Acampada. Tiritona. Sin lágrimas. Somos multitud y de colores. Cae la tarde. Nos plantamos, cada cual en su redil, mirando el televisor. No tenemos comida pero sí aparatos. Nos adormecen con programas jocosos. Inútiles para el alma. Necesarios para matar los instinstos. La supervivencia está en coma. A estas alturas...¡¡¡claro que nos reimos!!!...si parecemos un coro celestial acompasado. Sabes que la risa no diferencia idiomas. Practicamos acupuntura en nuestros pies descalzos. Ahora el empeine, luego el talón, entre los dedos más tarde. Es relajante el amor por las agujas. Me Duermo. Al despertar, tú te has ido... amor mío. No está nuestra minúscula caravana. Otros muchos ya marcharon y quedan pocos recogiendo sus bártulos de pobres hacia la partida. Te busco sin suerte. Te has llevado mis zapatos. Mis pies pisan un suelo chorreante y extraño. Pero las agujas permanecen clavadas recordándome que es mentira lo que se promete. La promesa era esta: "volverás a buscarme y conseguirás explicarnos toda este inmundicia que llamamos humanidad".

























martes, 22 de marzo de 2016

Escupir

Quiero ser un animalejo cualquiera,
un bicho de esos que se consideran inmundos,
una plaga indestructible y apocalíptica...
Un insecto que necesita vomitar los quistes
de su estómago...
Ese vómito verde nuclear que irradie luz a
todos los agujeros negros. No os salvará.
Pero, puede llegar a ser muy constructivo.
De las grandes regurgitaciones surgen los
utópicos proyectos.
Ah, esas termiteras hechas de salivazos olvidados.
Que gusto estar en la casa que has elevado a
gapazos!!!

Relato optimista de
cómo aprovechar tus detritus...

La Rubiales en el Espejo (MJE)








miércoles, 9 de marzo de 2016

Fundido a negro



Nació una niebla que se fué extendiendo hasta llegar al nucleo de la tierra.Hoy impide la visión de cualquier índole. No tenemos otra cosa que este planeta y también la música. Afirmo que era una esfera apta durante un minúsculo instante. La melodía de entonces también era de visceras y espéculo. Pregunto donde ir ahora y obtengo un silencio oscuro. Dónde. Planeo una alegría incomensurable de estar en mí misma. No sé si habrá agua. Sólo mis rios naturales. No sé si habrá vida. Sólo este triunfo cíclico de mi cuerpo. Que conste que actualmente soy una analfabeta, que conste que no es un insulto...y que conste que existo. Desconozco el total de las cosas. Apuesto a que la verdad es mentira. Navego, respiro, intuyo, aprendo, escucho, espero...fabrico espectativas, busco anhelos, pruebo mi sangre. La cago y vuelvo a empezar. Acierto la quiniela y golpeo los cristales dentro de  mi nave EspEcial. Pasaré informes de lo acontecido de carnes para adentro. Dejad que el proceso avance. Las constantes vitales siguen correctas. Esta hibernación se hace en un espacio de pocas pulgadas. Un día seré cáscara de nuez...os aviso entonces.

La Rubiales en el Espejo (MJE)









Venus, planeta del sistema solar


Venus de Willendorf, escultura antropomorfa femenina,
de entre 20.000 al 22.000 a. C.














jueves, 25 de febrero de 2016

Ensayo sobre la luz...

¿Dónde está la luz de las estrellas?
¿Quién la ha encerrado en un cofre oscuro?
Quien sino yo misma que he nacido ciega,
ciega a luz de las estrellas.

¿O eres tú la invidente?
envidiosa además
que atizaste con ascuas mis ojos
por no soportar el titilar de las estrellas
en ellos.

Y...¿ si yo fuera la puñetera luz esa que busco?
sólo yo,
abriendo mis parpados
de manera exagerada al principio
entornando más tarde
encontrando que no soy tan ciega
y la luz de las estrellas era libre.

La Rubiales en el Espejo (MJE)




Fotografía de Juan Gabriel dentro del proyecto
fotográfico "Ojos sin luz"

sábado, 6 de febrero de 2016

Dedicado

Somos un viaje.
A veces paseamos de la mano.
Hoy somos viaje de la mente
recuerdos abigarrados
y lugares inventados
se cuelan en nuestras clarividencias.
Cabecitas dadaístas.

A veces añoro fuertemente
llenarme los pulmones
de sal atlántica.

Soy un viaje
siempre en tí,
de agua y nieve,
hojas amarillas,
el olor a lo otro,
lo bueno,
lo bien dicho.

Conservamos la aventura
y te toco la mano
que está sudada,
que arde
pues somos el viaje
nuevo y risueño;
amado nómada.

La Rubiales en el Espejo (MJE)





Treptower Park, Berlin



domingo, 17 de enero de 2016

Las vías

Me desdoblo suavemente. Amapola desplegada a 48 frames por segundo. Seguiremos las vías a la velocidad del tren matutino. Va cargado de domingueras almas para visita familiar. Yo y mi clon caminamos con decisión, grandes zancadas, sudorcillo axilar agradable. Nos miramos, reconocemos las piedras, sorteamos. La respiración se agita, aumenta el ritmo, yo y mi alter ego, siempre en paralelo. Sincronizadas. Descansamos cuando la máquina advierte una estación solicitada. Llegamos a salir del lomo gris del extrarradio acompañadas del frío. La brisa nos revuelve las ropas y atempera nuestros ánimos. Ya estamos en la zona donde la bilis de ciudad no puede entrar. Aquí reina el olor del limonero y un rumor de agua en hilillos. El traqueteo se hace arrullo, silenciado selectivamente por nuestros oídos. Desacelerando. Es como mecerse. Reduciendo el pulso. Grandes son nuestros progresos. Livianas, sentimos cerca el fin del viaje. Hemos acompañado estas vías como en una peli de Miyazaki. La mecánica orgánica está en todo: caminos, casuchas, el bostezo de una gallina. Y ahora me miro como gemela. Somos dos como expliqué. Dejamos las vías. Algodones se nos posan en los párpados. Sabemos que hemos obrado un prodigio. Ha sido un viaje interior lleno de acontecimientos. El tren desaparece diciendo:...uhhhh uhhhhh tu sueño nunca miente.

La Rubiales en el espejo (MJE)
















jueves, 7 de enero de 2016

Vendedora de humo


Soy vendedora de humo. Es un humo muy especial. Atenderme, personas de orejas podridas que no sabéis lo que esto significa. No os dejéis llevar por la frase hecha, erraréis. Regalo más que vendo el vapor de una tetera. Tiene la llave del hogar cálido. El beneplácito del afecto. Esto ocurre en un nanomomento. Lanzo vuestra vulgaridad a distancia, años luz, si tengo una taza ardiente en las manos. Rítmico y efímero. Me trastorno siguiendo el humeante devenir de un té recién hecho. Primero atraviesa la ventana verde de cortinillas olorosas a jabón lagarto. Así son las casitas rurales que encuentras en el Este. Reconozco que como óptima vendedora tengo mis lagunas habituales. Os hablo en volutas, no palabras. Narro como el aire gélido se mezcla con el vaho y se enamoran. Las pedantes me entienden. Incluso me perdonan por superarlas. Me llaman tejeutopías. Dicen que tengo sueños corpóreos dónde no acuden terrores. Pero en realidad, sólo temo la ausencia de la neblina que regala a los días su sentido inherente. Pues no soy un residuo cualquiera. Soy hojas empapadas y exprimidas. Soy poso de tetera. Me retuerzo de placer en el crepitar de mis pensamientos. Asi es como las abundantes sustancias lisérgicas que produzco, adormecen mi cerebro crédulo, humano, poderoso. Es cierto, no es bonito hablar de lo que no se ha experimentado. Por pudor académico.

La Rubiales en el Espejo (MJE)