lunes, 4 de julio de 2016

No deberia decir todo esto

He vivido años en una cálida cueva. Tierra para pisar y agua para beber. Soy frágil como un pétalo de amapola. A mi me da un aire y me quiebro entera.
Esa es mi fortaleza. Un día fuí a buscar el sol como quien abraza árboles y se empapa en lluvia. Altas dosis de miedo y convicción. Salir de la cueva para sanar la mirada sobre el mundo.
El milagro fué este arco iris que me habita.
Se elige vivir intensamente...para no morir en vida.
Entregarse para cuidar a la niña.
Asumir lo que sucederá...
La vida son cientos de espaldas que se alejan de tí,
corren despavoridas de tí,
temerosas de tí,
pues esa eres...aquí y ahora.
Aprender a llorar por lavarse los ojos...
El abandono,
la sensibilidad celebrada.
No está el mundo cocido para raros,
visionarios,
sanadores de alas,
besadores de utopía.
Aquí y ahora.
He confiado definitivamente.
Soy adicta al color.
Me arriesgo.
Sangre al caer del columpio.
Acontecimientos traen estos mensajes...
Coge tu dolor y construye algo nuevo con él.
Los bonsais que crecen en tu pecho algún día darán sombra.
Verdad conlleva inocencia...
Esa niña, esa, ya dije, es la más fuerte.
Por eso llora, por lo mismo la amo.
No es pantomima...yo sigo...gracias...

MJE (La Rubiales en el Espejo)
























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