Había pensado coserme unas migajas de queso a la comisura de la boca...por ver si las recogías con tu lengua. Si me transformo en humo doleré más que a mí misma, si me voy...soy la que se pierde y recose por ser visible a tus ojos. Esperaba cosas, ahora me toca crearlas y no conozco el camino. Pero en coser los hilos sí tengo experiencia. Tu lengua, que tantas veces tuve, se pondrá a recitarme palabras de aliento y oleremos juntos el vaho del ajo que tanto nos gusta comer.
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